Generalmente, las mujeres son sujetos de escrutinio tal al momento que se acerca una boda. La televisión está llena de programas que siguen, paso a paso, el proceso de un casamiento...ahí tenemos Bridezzillas, Mi boda ideal, entre otros.
Pero ¿dónde está la mirada de los hombres ante este acontecimiento?
Casi siempre existe una sola perspectiva: "mi vida, encárgate y sólo pásame las cuentas". Sin embargo, funciona diferente para mí (y no me refiero al asunto de las cuentas). Para mí, este evento es muy significativo, existen muchas razones por las cuales yo no debía creer en el matrimonio, pero estoy convencido que la vida es una y es personal, cada uno define lo que quiere ser y a lo que quiere llegar.
Por ejemplo, al momento de tomar esta decisión, no hubo duda alguna que estaría con ella todos los días, luchando porque el amor no se esconda tras una serie de discusiones o problemas que, invariablemente, iremos a enfrentar, hoy y en el futuro.
Hoy la mirada está puesta en un muy próximo 18 de febrero, donde ya empezamos a enfrentar situaciones y discusiones, desde el más sencillo, de qué color las servilletas de la mesa, hasta el complicado "yo no quiero que venga tal o cual persona".
En este espacio iré relatando este maravilloso, complicado y muchas veces agotador proceso. Espero que me acompañen en La Boda del Hombre.
